invertir en dólares

Criptomonedas y la tecnología blockchain: 101

Las criptomonedas son las monedas virtuales que llegaron a darle un giro a la visión del dinero tradicional. Estas se...
11/03/2022

COMPARTE

Las criptomonedas son las monedas virtuales que llegaron a darle un giro a la visión del dinero tradicional. Estas se proponen como un medio de pago alternativo, eliminando o reduciendo diferentes barreras en el funcionamiento de las transferencias de valor, y se han convertido en un vehículo de inversión especulativa para muchos agentes. Además, la tecnología sobre la que se construyeron está forjando una verdadera revolución hacia la economía digital y descentralizada, lo que ha fortalecido el interés en ellas. 

 

No cabe duda de que en el mundo de las inversiones de hoy es difícil ignorar estos activos virtuales. El interés en las criptomonedas, desde su lanzamiento hace más de una década, ha crecido a la par de su precio: el valor de mercado de todas ellas actualmente se ha multiplicado 20 veces a más de US $2 billones desde los US $100 millones en 2017. De igual forma, cada vez más usuarios se suman a esta red: el número de billeteras electrónicas, en dónde se almacenan las criptomonedas, creció de 21 a 79 millones en los últimos 4 años. 

 

Su variedad también ha tenido un aumento astronómico: de solo 7 monedas virtuales circulando en 2013, a la fecha se contabilizan más de 9 mil proyectos diferentes. 

 

El entusiasmo por las criptomonedas ha surgido de varias fuentes. Su característica digital, descentralizada, de fácil acceso, con una oferta limitada y la facilidad que brinda para hacer transferencias alrededor del mundo han incrementado su aceptación. Por otro lado, el comportamiento de su precio, el potencial de la tecnología de blockchain y la creación de contratos estandarizados han atraído a inversionistas y especuladores a sumergirse en este universo. 

 

Ahora bien, acercarse a esta nueva clase de activos no es algo inmediato: entender su funcionamiento nos sumerge en un lenguaje complicado, de manera que el desconocimiento abunda y el escepticismo sobre ellas es elevado. Desafortunadamente, esto dificulta tomar una decisión fundamentada sobre si hacer parte de esta tendencia o no. 

 

Por ello, en esta entrada Insights te explica en mayor detalle qué son, cómo funcionan y cuáles son sus ventajas y elementos de mejora. Además, te presentamos la historia y características de algunas de las criptomonedas más representativas, para que te adentres en este fascinante mundo.       

Evolución de $100 invertidos en criptomonedas seleccionadas desde agosto de 2017

criptomoneda

Fuente: elaboración propia con base en Coinmetrics

 

¿Qué son las criptomonedas?

 

Las criptomonedas son, en términos sencillos, dinero, o por lo menos surgieron con el propósito de ser un activo alternativo que funcione como medio de pago. Estas permiten realizar, hasta cierto punto, algunas de las funciones o usos que le damos al dinero tradicional (monedas y billetes emitidos y respaldados por un banco central, como la Reserva Federal con los dólares americanos, o el Banco de la República con los pesos colombianos). Con ellas se puede guardar valor, transferirlo de una persona o entidad a otra, realizar compras de algunos bienes y servicios, e incluso se pueden utilizar para buscar ganancias al ser negociadas con divisas (como el dólar), según los movimientos del mercado.  

 

Esto quiere decir que las criptomonedas comparten, a grandes rasgos, una característica fundamental del dinero tradicional: su valor y capacidad de uso dependen, en mayor o menor medida, de qué tan amplia y fuerte es la confianza que las personas y las empresas tengan en ellas, y en consecuencia qué tanto se usen. La relación es directa: si funcionan, y la mayoría estamos de acuerdo en que funcionan, bienvenidas las criptomonedas.    

 

No obstante, conviene aclarar que, con excepción de El Salvador, los gobiernos, y las autoridades monetarias y regulatorias, como por ejemplo el Banco Internacional de Pagos, no reconocen a las criptomonedas como dinero, debido a que no cumplen con todas las características y funciones que sí tienen las monedas de curso legal. Por ello, en lugar de criptomonedas, se les clasifica como criptoactivos.

 

Índice de búsqueda de “Criptomonedas” en Google (máx. búsqueda=100)

criptomonedas

Fuente: elaboración propia con base en Google

 

¿Qué está detrás de las criptomonedas? 

 

Las criptomonedas funcionan sobre blockchain, una tecnología que llegó a darle un giro a la manera en que como sociedad organizamos, almacenamos, compartimos y verificamos información. Podemos pensar en blockchain, literalmente, como una cadena de bloques que contiene información: hojas con cualquier registro que nos interese y que estén conectadas entre ellas. 

 

Para el caso de las criptomonedas, los registros que alimentan estas hojas son las transacciones de sus unidades. Es decir, la información de quién le pasó criptomonedas a quién, cuántas, y en qué momento, queda escrita en las hojas, lo que permite que la cadena de hojas tenga un balance de la propiedad de las criptomonedas en cualquier momento del tiempo. Otra característica importante de esta cadena de hojas (o bloques) es que es abierta y distribuída. No hay una única entidad que la administre, y cualquier persona con acceso a internet puede escribir en ella, verla y por lo tanto observar qué transacciones se han hecho.  

 

Esta cadena de registros hace uso de tecnología para asegurarse que la información que allí esté contenida sea veraz y no sea manipulada en favor de nadie. Por ejemplo, para evitar que una persona o entidad ingrese a la red y escriba en la hoja: “X persona me transfiere Z criptomonedas”, se utilizan firmas digitales utilizando un sistema de llaves públicas y privadas (códigos de seguridad), con posibilidades casi nulas de falsificar, junto con una identificación única para cada línea de transacción, lo que asegura la integridad de lo que se escribe. 

 

Además, la tecnología logra, de una manera inteligente, que todos los usuarios tengan la cadena de hojas (o bloques) en el mismo orden y con la misma información. Este es quizá el corazón de su funcionamiento, porque remueve la necesidad de tener un intermediario que se encargue de mantener el orden de las hojas de información y sus registros de transacciones (como lo hace un banco o una casa de compensación, por ejemplo). Ello permite que la red sea abierta, distribuida y mantenida por todos los participantes.  

 

Para lograr que todos los usuarios tengan la misma “copia” de la cadena con el orden y la información correcta a medida que esta se actualiza, la tecnología usa diversos mecanismos para llegar a consensos. Con estos métodos se validan las hojas o bloques de registros para que puedan ser añadidos a la cadena y transmitidos a todos los usuarios de la red para que actualicen su copia (así como la firma digital valida la integridad de un registro dentro de la hoja). El más famoso, y que es utilizado por la criptomoneda pionera Bitcoin, es el de Proof-of-work, en el que se utiliza trabajo computacional (en grandes cantidades) para resolver un problema matemático (acertijo criptográfico).  

Esta actividad se conoce como minería. Cuando un minero logra resolver el acertijo computacional, transmite el bloque a toda la red, para que ésta valide la solución (que es fácil de realizar). Una vez validada, la hoja es añadida a la cadena (al hacer referencia a la hoja anterior), y por este trabajo se le asignan unidades de la criptomoneda al minero. Para evitar duplicados, los usuarios de la red siempre toman como verdadera la cadena que sea más larga, y que por lo tanto tenga detrás de sí mayor trabajo computacional (de ahí el Proof-of-work).

Otras alternativas para llegar a un consenso y poder actualizar la cadena de registros es el Proof-of-stake. En este método, los validadores de los bloques se turnan, al azar, para proponer el orden de las transacciones que se incluirán en la hoja que será validada y votar para que sea aprobada. El peso del voto de cada validador depende de la cantidad de criptomonedas que estén dispuestos a poner como depósito (stake). O también existen mecanismos de acuerdo más simples a través de votación por parte de múltiples usuarios (Voting consensus). 

 

Cada alternativa tiene sus pros y contras, según la cantidad de energía que consuman o el tiempo requerido para validar bloques y transacciones, entre otros, pero en general todas permiten que la cadena de registros mantenga, de manera descentralizada, una sola historia de información coherente y consistente para todos.  

 

Con todo ello (seguridad en los registros y consenso sobre el orden de estos), la tecnología de blockchain permite tener, de forma descentralizada, una gran base de datos de registros de transacciones, o de cualquier otra información de valor, que es confiable y segura.

 

Ahora bien ¿por qué surgió esta necesidad? Pese a las inmensas ventajas que trajo el internet para transferir información y facilitar las transacciones, hoy en día no es posible transferir valor de manera confiable sin la ayuda de un tercero (como el sistema financiero o el gobierno) que verifique la identidad de las partes. 

 

Bajo el esquema actual, la privacidad de los datos se delega sin reparos a otra entidad, la seguridad con la que se maneja la información queda de igual forma encomendada a un tercero, y, finalmente, la decisión sobre quién puede o no participar en las transacciones o en el intercambio de información queda centralizada en un grupo reducido de personas o empresas. 

 

La tecnología de blockchain surgió precisamente para atajar estos inconvenientes. Al ser una cadena de información distribuida, pública y encriptada (segura), remueve la necesidad de contar con un intermediario para transferir valor. Es una plataforma para que todo el mundo pueda ver qué información es verdadera, con un alcance que trasciende el registro de transacciones financieras, y que puede extenderse a esferas como la organización empresarial o al manejo de información personal.

 

¿Cuáles son las ventajas de las criptomonedas?

 

Pese a que las similitudes con el dinero que se maneja a diario son grandes, en el fondo tienen diferencias importantes. Son estas diferencias las que, justamente, explican la euforia de los fans de las criptomonedas. A continuación se detallan algunas: 

 

  • Son digitales o virtuales. Las criptomonedas no tienen una representación o contrapartida física, como los billetes y monedas de curso legal. Son completamente digitales, sus transacciones quedan registradas en una red de código abierto (blockchain), y se almacenan en billeteras electrónicas. Aunque su característica virtual no es algo novedoso (nuestro dinero lo vemos en la pantalla de alguna plataforma de nuestro banco), el hecho de que las criptomonedas sean 100% digitales les da un atractivo superior para su uso en el creciente mundo de la realidad virtual. 

 

  • Hay una oferta limitada. Para la mayoría de ellas, hay un número fijo de unidades (por ejemplo en Bitcoin son 21 millones). Esto quiere decir que fueron diseñadas para que su valor no pueda decrecer por cuenta de una mayor emisión o puesta en circulación de más criptomonedas. Esto las protege de la degradante pérdida de poder adquisitivo que sufren las monedas de algunos países cuando sus bancos centrales, por un mal arreglo institucional con el gobierno de turno, pierden el control de la oferta del dinero que ponen en circulación. Como resultado, algunos inversionistas han utilizado las criptomonedas como una cobertura financiera a la inflación. 

 

  • Son descentralizadas. La cantidad de criptomonedas en circulación no depende de una sola entidad (como un banco central) o de una nación, ni sus reglas están sujetas a la voluntad de alguna. Así mismo, las transacciones que se realizan con estás no son intermediadas por un tercero (como las entidades financieras). Que sean descentralizadas les añade unos ingredientes adicionales: 

 

  • Son globales. Utilizar, comprar, vender, guardar o transferir una criptomoneda, entre otras funciones, se puede realizar en casi cualquier parte del mundo (o hacia cualquier parte). Es un medio de pago a escala mundial, eliminando las barreras, grandes y pequeñas, que imponen el uso de divisas de curso legal. Gracias a ello son atractivas para la transferencia de remesas de trabajadores. 


  • No tienen censura. No hay una entidad centralizada que le pueda negar el acceso a una persona o empresa a la red de blockchain. Cualquier persona con acceso a internet puede ver toda la información y participar dentro de las transacciones sin ninguna restricción. 


  • Mayor eficiencia, rapidez y menores costos. La tecnología detrás de las criptomonedas hace que la capacidad con la que se realizan transacciones sea mayor, en algunos casos, a la del sistema financiero tradicional. Además, adquirir o utilizar una criptomoneda no depende de los horarios bancarios o de sus tarifas. 


  • Son seudo anónimas. Las operaciones que se realizan con criptomonedas son registradas en una red, que es pública y abierta, pero en donde solo se requieren direcciones o referencias electrónicas que en ningún momento necesitan o muestran información personal.    

 

  • Seguridad. Al ser un activo digital, las propiedades de seguridad (como la falsificación) pasan a la dimensión del diseño de la red (blockchain y sus mecanismos) en donde quedan grabadas las transacciones de las criptomonedas. Al respecto, el uso de criptografía y herramientas de matemática computacional les brinda una seguridad electrónica atractiva relativa a las alternativas del almacenamiento tradicional de información.

 

¿Qué oportunidades de mejora hay para las criptomonedas?

 

Las diferencias de las criptomonedas con el dinero tradicional tienen una doble cara: le agregan un atractivo para aquellos que encuentran barreras en el sistema tradicional y que ven un potencial en algunos usos, pero, por otro lado, despiertan dudas para algunos usuarios y, en especial, en actores relevantes como las autoridades económicas y financieras, que hacen un llamado para seguir fortaleciendo desde diferentes frentes el funcionamiento, la regulación y supervisión de las criptomonedas. 

 

A nivel individual, hay algunas limitaciones prácticas que vale la pena mencionar. En primer lugar, las criptomonedas continúan en una etapa temprana de adopción. Su uso como medio de pago, aunque creciente, no es amplio, en buena parte debido a que su precio frente a las divisas en las que están fijados los precios en el mundo es altamente volátil, lo que obstaculiza el alcance de las transacciones.

 

Por otra parte, los estándares y la calidad en los software que facilitan las billeteras electrónicas es heterogéneo, lo que ha levantado preocupaciones sobre la seguridad de su almacenamiento. Además, pese a que en general los costos y tiempos de las transacciones son menores, han existido ocasiones en que las transacciones son tantas, que las tarifas que se pagan para que sean validadas en la red superan las comisiones del sistema financiero (es decir, hay un problema de escalabilidad de algunas criptomonedas). Finalmente, las transferencias entre direcciones electrónicas podrían conducir a errores manuales en las transacciones. 

 

En una escala mayor, la adopción de las criptomonedas plantea varios retos. Uno de los más reconocidos es el uso de energía que se requiere para mantener funcionando el sistema (por el trabajo computacional para validar hojas de transacciones). Algunas estimaciones indican que la minería de Bitcoin usa el 0.5% de la energía global, y que la demanda requerida ha crecido 10 veces en los últimos 5 años. Sin embargo, los esquemas alternativos para llegar a un consenso podrían aliviar parte de este problema. 

 

Así mismo, han surgido dudas sobre la protección al consumidor. La entrada de estos activos ha creado la oportunidad para que se creen esquemas de fraude en donde se aprovecha el desconocimiento del público. Además, al no existir una entidad central que responda, pueden existir fallas operativas, o errores manuales, que perjudiquen al usuario sin que este cuente con las herramientas legales para manejar cada caso, de modo que se requiere avanzar en una integración legal más adecuada entre todos los participantes del mundo de las criptomonedas.  

 

Finalmente, su uso cada vez mayor tiene implicaciones para la estabilidad financiera y el manejo de la política monetaria. Dentro de estas se encuentra la necesidad de tener un monitoreo adecuado de los pagos y evitar los riesgos sistémicos, o de vigilar el destino de las operaciones (para reducir el riesgo de financiación al terrorismo y lavado de activos), que deberá balancearse con la característica seudo-anónima de las transacciones. De otro lado, posiblemente una mayor adopción hará que se replantee la soberanía del banco central sobre la moneda de curso legal, así como la capacidad de las herramientas de la política monetaria para suavizar los ciclos económicos de cada país. 

 

Conoce la historia de algunas criptomonedas 

 

A continuación, te detallamos la historia y la característica de 4 cripto activos, que abarcan diferentes fases en el desarrollo de la tecnología de las monedas virtuales: 

 

Bitcoin (BTC): fue la primera criptomoneda y la que construyó las bases para el desarrollo futuro del universo apalancado sobre la tecnología blockchain. El documento que propuso el sistema, exclusivo para transacciones, fue publicado en 2008 por Satoshi Nakamoto (una persona o grupo de personas, anónima), y su protocolo fue puesto en funcionamiento en 2009.

 

Para validar las transacciones, la red de Bitcoin utiliza el sistema de Proof-of-work, de modo que la actualización de la red requiere un arduo trabajo computacional y consumo de energía. El sistema está diseñado para que, en promedio, cada 10 minutos un bloque u hoja de transacciones sea aprobada y añadida a la cadena, y por esta actividad (minería) se le otorgan unidades de BTC al minero (iniciando en 50, y reduciendo el premio a la mitad cada 4 años, por lo que la oferta está acotada a 21 millones de BTC). 

 

Litecoin (LTC): fue creada en el 2011 con el objetivo de reducir el tiempo que requieren las transacciones de Bitcoin para ser validadas. Con este principio, se tomó como base el código con el que fue construída la red de Bitcoin y se modificó el proceso de validación de los bloques (minería), permitiendo que más personas pudieran cumplir la función de validadores (y no solo aquellas con computadores especializados). Con ello, se logró reducir el tiempo de validación de transacciones a 2.5 minutos, aproximadamente.   

    

Valor medio de transacciones (USD miles, promedio móvil de 30 días)

criptomonedas

Fuente: elaboración propia con base en Coinmetrics

 

Ether (ETH): esta criptomoneda es la que funciona como medio de pago en la plataforma de aplicaciones que están escritas en una red blockchain conocida como Ethereum, que surgió también en 2015. La cadena de bloques Ethereum va un paso más allá y permite escribir en sus hojas cualquier mensaje programable que desencadene alguna acción (por ejemplo: si X condición se cumple, entonces sucede Z). A estos mensajes se les denomina comúnmente contratos inteligentes (smart contracts, en inglés).

 

La criptomoneda nativa de esta plataforma (Ether) es la unidad digital con la que se compensa cualquier transacción o intercambio que provenga de estos contratos o de aplicaciones más sofisticadas. Las posibilidades que se abren de esta innovación son enormes y alcanzan a diversas industrias, en especial la financiera, debido a que los contratos inteligentes hacen posible que préstamos u otro tipo de contratos se realicen de forma descentralizada.  

 

Bitcoin Cash (BCH): esta criptomoneda nació en el 2017 como una separación alternativa a la cadena de bloques de Bitcoin, con el objetivo de incrementar la cantidad de transacciones procesadas. En concreto, con el diseño  Bitcoin Cash se aumentó inicialmente la capacidad de almacenamiento máxima de los bloques de Bitcoin de 1 MB a 8 MB y luego a 32 MB, para abarcar en cada uno un número mayor de transacciones y reducir las comisiones que se cobran para que estas sean validadas.

Hasta cierto momento (el bloque de transacciones número 478,558), una unidad de Bitcoin Cash y Bitcoin fueron equivalentes (a cada propietario de 1 BTC se la asignó una unidad de Bitcoin Cash), y a partir de ese punto se siguió con una cadena alternativa de bloques de transacciones con la nueva tecnología (su oferta también son 21 millones de unidades). 

Número de transacciones (miles, promedio móvil de 30 días)

criptomonedas

Fuente: elaboración propia con base en Coinmetrics

 

Referencias y enlaces de interés

Una buena guía para entender el funcionamiento del blockchain a través de Bitcoin, de manera didáctica, se encuentra disponible aquí

 

Por otra parte, en este enlace y en este otro, se pueden encontrar páginas web que recopilan diversas publicaciones para conocer a mayor profundidad el mundo de la tecnología blockchain así como sus diferentes aplicaciones (finanzas descentralizadas, activos coleccionables, aplicaciones descentralizadas y más). 

 

Una referencia infaltable también sobre la tecnología detrás de Bitcoin y las criptomonedas se encuentra en el libro: Blockchain Revolution. How the Technology Behind BITCOIN and Other CRYPTOCURRENCIES is Changing the World, escrito por Don Tapscott y Alex Tapscott en 2016 y actualizado en el 2018 (aquí).

 

Para conocer en mayor detalle las implicaciones de política de las criptomonedas se puede consultar este documento, o consultar este otro para entrar en mayor profundidad sobre sus limitaciones. 

 

De otro lado, este post y este otro permiten aterrizar más el mundo de las criptomonedas a las inversiones. 

 

Así mismo, en esta lista de páginas web se pueden consultar diferentes datos de mercado en tiempo real de las criptomonedas: 

 

 

Otros enlaces de interés: 

 

COMPARTE

POSTS RELACIONADOS

Imagen de fondo azul con bloques de concreto

¡Aprende sobre finanzas!

Suscríbete a nuestro newsletter y recibe información de primera mano sobre mercados globales