Una de las preguntas más frecuentes de quienes buscan empezar con el pie derecho su aventura en el mundo de las inversiones es cuál estrategia es la más apropiada para la gestión de su portafolio, pudiendo elegir entre dos que son completamente distintas: ¿gestión activa o gestión pasiva?
Centrándonos en esta última, resulta muy interesante analizar el crecimiento que ha tenido en su uso. Al ser una opción que te permite entender cómo gestionar tus ahorros e inversión de una forma más sencilla, ha llamado la atención de quienes tienen menos conocimientos en el tema.
Si estás buscando más información al respecto, llegaste al lugar indicado. Hemos preparado para ti una guía muy completa con todo lo que tienes que saber sobre la gestión pasiva: qué es, cómo funciona, sus ventajas con respecto a la gestión activa, y algunos ejemplos de ella.
¡Acompáñanos hasta el final!
¿Qué es la gestión pasiva?
La gestión pasiva es una estrategia de inversión en renta fija o variable, mediante la cual no se busca batir a un determinado índice bursátil sino replicarlo y obtener su misma rentabilidad, invirtiendo así en todas sus empresas y en la misma proporción que los componen.
Generalmente, quien utiliza una estrategia basada en la gestión pasiva, lo hace porque considera que el mercado ya es eficiente y será difícil batirlo, o porque, como te mencionamos al principio, busca invertir de una forma más sencilla y que no requiera de tanta atención.
Este es, precisamente, su punto fuerte en comparación con la gestión activa, en la que la selección de los activos se realiza de acuerdo a diversos factores como el conocimiento previo, el criterio propio y los continuos análisis que se deben realizar.
No obstante, si bien es posible saltarse todos estos pasos y confiar en las decisiones de un profesional, esto supondría un mayor gasto por concepto de pagos y comisiones, y tampoco es una garantía de que los resultados vayan a ser positivos.
¿Cómo funciona?
El funcionamiento de la gestión pasiva no tiene mayores complicaciones. Si tomamos como ejemplo un ETF o un fondo indexado, el objetivo de estos productos es el de imitar al índice de referencia, es decir, replicar su comportamiento. Sí, así de simple como se lee.
Esto permite que el papel del gestor sea muy limitado, ya que no es necesario seguir estrategias, hacer análisis ni tomar decisiones para lograr los objetivos de rentabilidad. Su única tarea es copiar el índice, lo que se refleja en comisiones más bajas.
En consecuencia, el rendimiento de los fondos de gestión pasiva es directamente proporcional al comportamiento del índice.
Gestionar un solo producto vs un portafolio completo
La labor del gestor toma un mayor protagonismo cuando su función no es gestionar un solo activo financiero sino toda una cartera de valores, ya que tendrá que realizar diversos análisis con el fin de ajustarla al perfil de riesgo y las preferencias del inversionista.
Tomar en cuenta estos factores es lo que le permitirá al gestor seleccionar cautelosamente los productos que formarán parte del portafolio, lo que se conoce como asset allocation.
¿Cuáles son sus ventajas?
Después de explicarte qué es la gestión pasiva y cómo funciona, lo más seguro es que ya tengas en mente algunas de sus características positivas. Para que no se te escape ninguna, no dejes de echar un vistazo a todos los beneficios que supone invertir bajo esta modalidad:
Facilidad a la hora de invertir
Uno de los errores más comunes entre los inversionistas, sin importar si son primerizos o ya tienen experiencia, es equivocarse al elegir la empresa o sector que creen que les dará una mayor rentabilidad. Hacer este análisis es complicado, y la realidad es que, a veces, hasta los más expertos se equivocan.
La gestión pasiva no solo es más fácil de entender, sino que te permitirá evitar este posible fallo a la hora de gestionar tu capital. Tu única preocupación será elegir el índice de referencia que mejor se ajuste a tu perfil de riesgo y preferencias.
Disminución de costos
Ya que un fondo de gestión pasiva tiene un funcionamiento más simple, que no requiere de un equipo de expertos o analistas que tomen decisiones, las comisiones son notoriamente más bajas en comparación a un fondo tradicional, y suelen situarse por debajo del 0,5%.
Asimismo, al ser una estrategia de inversión a largo plazo (lo que se conoce como buy & hold), también se realizan muchas menos operaciones con respecto a la gestión activa, lo que reduce el pago de comisiones por operación, reembolso, traspaso, entre otras.
Menor dedicación de tiempo
Por su naturaleza, la gestión pasiva no requiere que estés todo el tiempo pendiente de lo que ocurre con tus inversiones. Tampoco deberás preocuparte por buscar a los mejores expertos o desarrollar complejas estrategias, ya que, como has podido notar, no es necesario.
Generalmente, unos pocos minutos al mes son suficientes para revisar tus inversiones y comprobar el correcto funcionamiento de tu cartera.
Gran diversificación
Recuerda que, con un solo fondo, estarás participando en un mercado entero. Al invertir en el índice S&P 500, por ejemplo, estás comprando un porcentaje de cada una de las mayores 500 empresas de los Estados Unidos.
Reuniendo diferentes activos en un solo lote no solo maximizas el rendimiento de tu inversión, sino que reduces de forma significativa los riesgos.
Ejemplo de gestión pasiva
Una buena estrategia de inversión puede incluir varios fondos de gestión pasiva en un mismo portafolio, con el objetivo de poder rotar el capital de uno a otro si es necesario, o de diversificar la inversión en diferentes mercados.
No obstante, este plan de inversión podría requerir de un trabajo de asset management, ya que no todos los índices están ponderados de la misma forma.
Ahora bien, si decides invertir a través del producto que te ofrece Insights, esto no será un problema para ti. No solo podrás decidir entre una gran variedad de fondos de gestión pasiva, sino que contarás con asesoría financiera.
¡Hemos terminado!
¿Conocías los beneficios de implementar una estrategia de inversión basada en la gestión pasiva? Y eso que solo hablamos de los principales.
Creemos que lo único mejor que destinar tu capital a este tipo de fondos, es hacerlo de la mano de expertos, y con Insights podrás dar pasos firmes que te lleven al cumplimiento de tus objetivos.