Rendimiento semanal al 25 de febrero de 2022:
S&P 500: +0,82%
Nasdaq: +1,08%
Dow Jones: -0,06%
Los mercados financieros internacionales presenciaron una volatilidad elevada la semana pasada, producto del recrudecimiento de las acciones militares de Rusia, que finalmente incursionó en Ucrania y desplegó una guerra por cualquier medio rechazable. A ello se sumó, naturalmente, la respuesta de la comunidad internacional con sanciones de distinto alcance, lo que en conjunto modificó el apetito por una gama amplia de activos.
Luego de crecientes alarmas a principios de semana, finalmente el jueves pasado el presidente ruso, Vladimir Putin, anunció el inicio de acción militar para invadir Ucrania. El comunicado estuvo acompañado, casi simultáneamente, por las primeras manifestaciones bélicas.
Mientras se desplegaba el cerco sobre algunos territorios y ciudades principales y la comunidad internacional rechazaba la acción militar de Rusia, los líderes de EE. UU., la Unión Europea y el Reino Unido anunciaron diversas sanciones a dicha economía y sus esferas políticas.
Las medidas tomadas apuntaron a: i) políticos y funcionarios rusos, congelando sus activos e imponiendo algunas restricciones de viaje; ii) el sistema financiero, al impedir que el banco central use las reservas internacionales, remover algunos bancos del sistema de mensajería internacional SWIFT, aislar a las principales entidades del sistema financiero occidental y prohibir la negociación de deuda pública rusa; y, por último, iii) el sector real, al prohibir a las empresas levantar recursos en los mercados de capitales y prohibir las exportaciones de alta tecnología y algunas manufacturas (especialmente destinadas al sector aeroespacial), entre otras medidas.
Con la incertidumbre agudizada, los mercados tuvieron movimientos mixtos. Dado el entorno ya estresado, en razón de la alta inflación y las expectativas de ajuste de la política monetaria, es de destacar el aumento de los precios del petróleo y el gas (así como de otras materias primas), explicado por la importancia que tienen Rusia y Ucrania como principales exportadores. La referencia Brent superó momentáneamente los US$100 por barril por primera vez desde 2014, y cotiza en torno a ese nivel desde el jueves. Ello supone una amenaza para que la inflación en el mundo desarrollado retroceda en el corto plazo.
Los activos de refugio tradicionales, como el oro y los bonos del Tesoro de EE. UU., vistos como defensivos en este contexto, también repuntaron. El oro tocó niveles cercanos (US $1.975 por onza) a sus máximos históricos, mientras que la tasa de la nota a 10 años de EE. UU. cayó por debajo del 1,9 % (su precio aumentó). El movimiento en los rendimientos sugiere que, a pesar de que las perspectivas de inflación a corto plazo empeoraron, los participantes del mercado tienen dudas sobre cómo reaccionarán los bancos centrales a esta situación, teniendo en cuenta también un posible impacto económico negativo.
Por su parte, los índices bursátiles estadounidenses, que comenzaron la semana a la baja, redujeron la mayor parte de las pérdidas y finalizaron con modestas ganancias, en línea con lo observado en otros eventos geopolíticos negativos. A destacar fue el movimiento del jueves, cuando el mercado vio una enorme acción de precios intradía, con el índice Nasdaq superando el 3% diario después de estar por debajo del cierre anterior en una magnitud similar. Sin embargo, en los mercados europeos el tono se mantuvo alineado con los efectos de la escalada del conflicto: el índice STOXX 50 terminó la semana con una caída del 2,6%.
Finalmente, los mercados rusos se desplomaron ante el temor de los inversores: la venta masiva de acciones derribó un 30% del valor en el índice MOEX, mientras que el rublo ruso, ante el recrudecimiento de las sanciones durante el fin de semana, perdió un 32% de su valor frente al dólar en las primeras horas de negociación de hoy (llegó a cerca de $110). Actualmente, la cotización del rublo ronda los $95, cerca de mínimos históricos, lo que coincidió con que el banco central elevara la tasa de referencia del 9,5% al 20%, en un intento por detener la depreciación de la moneda.
Esta semana, más allá del enfoque natural en los desarrollos en Ucrania, los mercados seguirán también los discursos de oficiales de los bancos centrales de Europa y EE. UU. (y su reacción ante esta coyuntura), encuestas manufactureras de la actividad de febrero en ambos lados del Atlántico y la publicación de datos del mercado laboral americano.
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